Texto - C1_V-VII

V. Plenitud y espíritu

1.      El milagro es en gran medida como el cuerpo, en el sentido de que ambos son recursos de aprendizaje para facilitar un estado en el que finalmente se hacen innecesarios. 2Cuando se alcanza el estado original de comunicación directa con el espíritu, ni el cuerpo ni el milagro tienen objeto alguno. 3Pero mientras creas que estás en un cuerpo, puedes elegir entre canales de expresión sin amor o canales de expresión milagrosos. 4Puedes fabricar un armazón vacío, pero es imposible que no puedas expresar nada en absoluto. 5Puedes esperar, demorarte, paralizarte o reducir tu creatividad a casi nada, 6pero no puedes abolirla. 7Puedes des­truir tu medio de comunicación, pero no tu potencial. 8Tú no te creaste a ti mismo.

2.      La decisión básica del que se ha decidido por el camino de los milagros es no esperar en el tiempo más de lo necesario. 2EI tiempo puede causar deterioro y también puede desperdiciarse. 3El que obra milagros, por lo tanto, acepta gustosamente el factor de control del tiempo. 4Reconoce que cada colapso de tiempo nos acerca más a todos al punto en el que finalmente nos podemos liberar de él y en el que el Hijo y el Padre son uno. 5lgualdad no quiere decir igualdad ahora. 6Cuando cada cual reconozca que lo tiene todo, las aportaciones individuales a la Filiación dejarán de ser necesarias.

3. Cuando la Expiación se haya completado, todos los Hijos de Dios compartirán todas las aptitudes. 2Dios es imparcial. 3Todos Sus Hijos disponen de todo Su Amor, y Él da todos Sus dones libremente a todos por igual. 4"Excepto que se vuelvan como niños pequeños" significa que a menos que reconozcas plenamente tu completa dependencia de Dios, no podrás conocer el poder real del Hijo en su verdadera relación con el Padre. 5El que los Hijos de Dios sean especiales no procede de una condición de exclusión sino de una de inclusión. 6Todos mis hermanos son especiales. 7Si creen estar privados de algo, su percepción se distorsiona. 8Cuando esto ocurre, toda la familia de Dios -la Filiación- sufre un deterioro en sus relaciones.

4.      En última instancia, todo miembro de la familia de Dios tiene que retornar. 2El milagro le llama a retornar porque le bendice y le honra, aun cuando esté ausente en espíritu. 3"De Dios no se hace burla" no es una amenaza, sino una garantía. 4Dios habría sido burlado si alguna de sus creaciones careciese de santidad. 5La creación es plena, y la señal de la plenitud es la santidad. 6Los milagros son afirmaciones de Filiación, que es un estado de com­pleción y abundancia.

5.      Todo lo que es verdadero es eterno y no puede cambiar ni ser cambiado. 2El espíritu es, por lo tanto, inalterable porque ya es perfecto, pero la mente puede elegir a quién desea servir. 3El único límite en su elección es que no puede servir a dos amos. 4La mente, si así lo elige, puede convertirse en el medio a través del cual el espíritu crea en conformidad con su propia creación. 5De no elegir eso libremente, retiene su potencial creativo, pero se somete a un control tiránico en lugar de a uno Autoritativo. 6Como resultado de ello aprisiona, pues tales son los dictados de los tiranos. 7Cambiar de mentalidad significa poner tu mente a disposición de la verdadera Autoridad.

6. El milagro es señal de que la mente ha elegido dejarse guiar por mí en el servicio a Cristo. 2La abundancia de Cristo es el resultado natural de haber decidido seguirle. 3Hay que arrancar todas las raíces que están a flor de tierra porque no son lo suficientemente profundas como para prestarte apoyo. 4La ilusión de que las raí­ces superficiales pueden arraigarse más y así prestarte apoyo, es una de las distorsiones en las que se basa lo opuesto a la Regla de Oro. 5A medida que se abandonan esos falsos puntales, se experi­menta temporalmente cierta inestabilidad en el equilibrio. 6Sin embargo, no hay nada más inestable que una orientación inver­tida, 7y nada que la mantenga invertida puede conducir a una mayor estabilidad.

VI. La ilusión de las necesidades

1. Tú que quieres la paz sólo la puedes encontrar perdonando
completamente. 2Nadie aprende a menos que quiera aprender y crea que de alguna manera lo necesita. 3Si bien en la creación de Dios no hay carencia, en lo que tú has fabricado es muy evidente. 4De hecho, ésa es la diferencia fundamental entre lo uno y lo otro. 5La idea de carencia implica que crees que estarías mejor en un estado que de alguna manera fuese diferente de aquel en el que ahora te encuentras. 6Antes de la "separación", que es lo que sig­nifica la "caída", no se carecía de nada. 7No había necesidades de ninguna clase. 8Las necesidades surgen debido únicamente a que tú te privas a ti mismo. 9Actúas de acuerdo con el orden particu­lar de necesidades que tú mismo estableces. 10Esto, a su vez, depende de la percepción que tienes de lo que eres.

2.      La única carencia que realmente necesitas corregir es tu sensa­ción de estar separado de Dios. 2Esa sensación de separación jamás habría surgido si no hubieses distorsionado tu percepción de la verdad, percibiéndote así a ti mismo como alguien necesi­tado. 3La idea de un orden de necesidades surgió porque, al haber cometido ese error fundamental, ya te habías fragmentado en niveles que comportan diferentes necesidades. 4A medida que te vas integrando te vuelves uno, y tus necesidades, por ende, se vuelven una. 5Cuando las necesidades se unifican suscitan una acción unificada porque ello elimina todo conflicto.

3. La idea de un orden de necesidades, que proviene del error original de que uno puede estar separado de Dios, requiere corrección en su propio nivel antes de que pueda corregirse el error de percibir niveles. 2No te puedes comportar con eficacia mientras operes en diferentes niveles. 3Sin embargo, mientras lo hagas, la corrección debe proceder verticalmente, desde abajo hacia arriba. 4Esto es así porque crees que vives en el espacio, donde conceptos como "arriba" y "abajo" tienen sentido. 5En última instancia, ni el espacio ni el tiempo tienen ningún sentido. 6Ambos son meramente creencias.

4.      El verdadero propósito de este mundo es usarlo para corregir tu incredulidad. 2Nunca podrás controlar por ti mismo los efectos del miedo porque el miedo es tu propia invención, y no puedes sino creer en lo que has inventado. 3En actitud, pues, aunque no en contenido, eres como tu Creador, Quien tiene perfecta fe en Sus creaciones porque Él las creó. 4Creer en algo produce la aceptación de su existencia. 5Por eso puedes creer lo que nadie más piensa que es verdad. 6Para ti es verdad porque tú lo fabricaste.

5.      Todos los aspectos del miedo son falsos porque no existen en el nivel creativo y, por lo tanto, no existen en absoluto. 2En la medida en que estés dispuesto a someter tus creencias a esta prueba, en esa misma medida quedarán corregidas tus percepciones. 3En el proceso de separar lo falso de lo verdadero, el milagro procede de acuerdo con lo siguiente:

 

4El amor perfecto expulsa el miedo.

5Si hay miedo, es que no hay amor perfecto.

6Mas:

7Sólo el amor perfecto existe.

8Si hay miedo, éste produce un estado que no existe.

 

9Cree esto y serás libre. 10Sólo Dios puede establecer esta solución, y esta fe es Su don.

VII. Las distorsiones de los impulsos milagrosos

1. Escapar de la oscuridad comprende dos etapas: Primera, el reconocimiento de que la oscuridad no puede ocultar nada. 2Este11 paso generalmente da miedo. 3Segunda, el reconocimiento de que no hay nada que desees ocultar aunque pudieses hacerlo. 4Este paso te libera del miedo. 5Cuando ya no estés dispuesto a ocultar nada, no sólo estarás dispuesto a entrar en comunión, sino que entenderás también lo que es la dicha y la paz.

2. La oscuridad, de hecho, jamás puede ocultar a la santidad, pero tú puedes engañarte a ti mismo al respecto. 2Este engaño te hace temer porque te das cuenta en tu corazón de que es un engaño, y realizas enormes esfuerzos por establecer su realidad. 3El milagro sitúa a la realidad en el lugar que le corresponde. 4A la realidad le corresponde estar, únicamente en el espíritu, y el mila­gro reconoce únicamente la verdad. 5De este modo desvanece las ilusiones que albergas con respecto a ti mismo, y te pone en comu­nión contigo mismo y con Dios. 6El milagro se une a la Expiación al poner a la mente al servicio del Espíritu Santo. 7Así se establece la verdadera función de la mente y se corrigen sus errores, que son simplemente una falta de amor. 8Tu mente puede estar poseí­da por ilusiones, pero el espíritu es eternamente libre. 9Si una mente percibe sin amor, percibe tan sólo un armazón vacío y no se da cuenta del espíritu que mora adentro. 10Pero la Expiación restituye el espíritu al lugar que le corresponde. 11La mente que sirve al espíritu es invulnerable.

3. La oscuridad es falta de luz de la misma manera en que el pecado es falta de amor. 2No tiene cualidades únicas propias. 3Es un ejemplo de la creencia en la "escasez", de la cual sólo se pueden derivar errores. 4La verdad es siempre abundante. 5Los que perci­ben y reconocen que lo tienen todo no tienen necesidades de ninguna clase. 6El propósito de la Expiación es devolvértelo todo, o más bien, devolvérselo a tu conciencia. 7Se te dio todo cuando fuiste creado, exactamente como se les dio a todos los demás.

4. El vacío que el miedo engendra tiene que ser sustituido por el perdón. 2Eso es lo que la Biblia quiere decir con "Ya no habrá muerte", y por lo que yo pude demostrar que la muerte no existe. 3Vine a dar cumplimiento a la ley al re-interpretarla. 4La ley en sí, si se entiende correctamente, sólo ofrece protección. 5Son los que aún no han cambiado su manera de pensar quienes han introdu­cido en la ley la idea de "las llamas del infierno". 6Te aseguro que daré testimonio a través de todo aquel que me lo permita, y en la medida en que me lo permita. 7Aquello de lo que das fe demues­tra tus creencias, y de esta manera las refuerza. 8Aquellos que dan testimonio de mí están expresando, por medio de los mila­gros que obran, que han dejado de creer en la carencia en favor de la abundancia que han aprendido les pertenece